Así fué, corto pero bonito.
Un beso en el aire, un parpadeo bajo el agua.
Hoy día lo único que quiero es cerrar mis ojos y vivirlo
en un sueño. Y cuándo despierto me siento, sólo.
Quedó el recuerdo de una historia, que se vió infnita en un momento.
Hoy lo sigue siendo, en mí aún lo es. Suena patético, e incluso obsesivo.
Pero me conformó en pensar, que fue un corto viaje, como este texto
un viaje díficil en incluso peligroso.
Pero al final, un corto viaje al cielo.