Te quiero prometer más que las estrellas. Te quiero prometer el infinito sentimiento que te entregué y te entregaré, te quiero prometer una vida llena de estrellas, llena de mi y de ti. Te quiero prometer mis palabras y hacer de ellas un juramento, con nuestra forma, marcado en el cielo, tal como una leyenda, o algo por suceder.
La verdad es difícil grabar en palabras lo que siento. Pero intentarlo nunca lo consideré demás.
En mi memoria guardé lo más hermoso que la vida me pudo regalar. ¿Se podrá guardar en una cajita invisible? ahí para que nadie la vea, para que nadie la robe. Yo te digo donde esta para que la abras y veas lo que dejé adentro. Pero cuidado, que son unos recuerdo que no quiero olvidar. Estás tu, y yo, estamos nosotros, y nuestra obesion; las estrellas.
No te quiero extrañar más. No quiero mirar sólo por mi ventana, ni quiero dejar de sentir lo que me pasa al escuchar tu voz. Aun así, prefiero no ver tus ojos tristes, como sino quisieras irte, como sino contáramos el tiempo, abrazado a ti entre tus brazos, entre los mios, entre el sol, tiernos, graves, gigantes, pequeños, entre las sombras, entre las horas, entre los dos.
Y mis ojos te seguirán dando protección y más amor que antes. Mis ojos siguen ahí mirando al cielo, esperando que caiga una estrella para ir a regalártela, aunque sea en la noche, suspicáz, y balancearla en tu puerta.
Sigo ahí, sigo de pie, buscando aún alguna manera de encontrarte y de volverte a ver.
Aunque nuestros caminos estén divididos, aún te veo en paralelo, y no te quiero perder de vista, porque si lo hago, me perdería, y no sabría que más hacer aquí.
La verdad es difícil grabar en palabras lo que siento. Pero intentarlo nunca lo consideré demás.
En mi memoria guardé lo más hermoso que la vida me pudo regalar. ¿Se podrá guardar en una cajita invisible? ahí para que nadie la vea, para que nadie la robe. Yo te digo donde esta para que la abras y veas lo que dejé adentro. Pero cuidado, que son unos recuerdo que no quiero olvidar. Estás tu, y yo, estamos nosotros, y nuestra obesion; las estrellas.
No te quiero extrañar más. No quiero mirar sólo por mi ventana, ni quiero dejar de sentir lo que me pasa al escuchar tu voz. Aun así, prefiero no ver tus ojos tristes, como sino quisieras irte, como sino contáramos el tiempo, abrazado a ti entre tus brazos, entre los mios, entre el sol, tiernos, graves, gigantes, pequeños, entre las sombras, entre las horas, entre los dos.
Y mis ojos te seguirán dando protección y más amor que antes. Mis ojos siguen ahí mirando al cielo, esperando que caiga una estrella para ir a regalártela, aunque sea en la noche, suspicáz, y balancearla en tu puerta.
Sigo ahí, sigo de pie, buscando aún alguna manera de encontrarte y de volverte a ver.
Aunque nuestros caminos estén divididos, aún te veo en paralelo, y no te quiero perder de vista, porque si lo hago, me perdería, y no sabría que más hacer aquí.
Creeme que si es necesario llenar un rió de lágrimas, por seguir luchando incluso en una guerra sin batallas, lo voy hacer. Te quiero prometer más que las estrellas, te quiero prometer mi vida entera.
